Conocida
la existencia de conversaciones exploratorias entre el gobierno colombiano y la
guerrilla de las FARC-EP, los malabaristas y mercaderes han comenzado a
formular toda suerte de especulaciones.
Que
la inversión extranjera directa lloverá por todas partes; que billones de pesos
serán invertidos en agricultura, industria e infraestructura; que nos inundarán
los turistas sedientos de artesanías y que por fin creceremos hasta
convertirnos en el Japón Latinoamericano.
Sin
embargo, antes de todas estas argumentaciones, convendría formular tres
precisiones:
Primera.
Finiquitar el enfrentamiento armado entre el movimiento guerrillero y el
gobierno colombiano, es un avance significativo en el proceso de reconciliación
nacional, pero no es #LaPAZ
Segunda.
La llave de #LaPAZ no se encuentra en el bolsillo de presidente, ella es un
producto social que será manufacturado por los colombianos, a medida que se
construye respeto por los derechos de uno y de todos.
Tercera.
El presidente Juan Manuel Santos especulará con la terminación del conflicto,
pero no se comprometerá con la construcción de #LaPAZ.
A muchos
nos sorprendió saber de los diálogos exploratorios con las FARC-EP, es más, el
hecho que las partes tengan ya una agenda, designados los negociadores y su
equipo asesor, anuncia la existencia de voluntad de diálogo.
Negociar
en medio del conflicto, revela en las partes la decisión de ir construyendo
caminos para la terminación de la guerra que libran desde hace cincuenta (50)
años.
Sin
embargo, con ello se facilita el accionar de los francotiradores que los
señores de la guerra apostarán, para evitar que el negocio sea tirado por la
borda. No olvidemos que el solo gobierno, destinará en la vigencia del 2.013 la
bobadita de $21.5 billones al conflicto armado.
En
la mesa de la Unidad Nacional, han tomado asiento los Partidos Políticos que
representan a los gremios económicos, los mismos que se han lucrado del modelo
inequitativo que nos rigen y del conflicto armado que nos desangra desde hace cinco décadas.
Es
claro entonces, que no todos los que hablen de Paz y Democracia querrán
realmente lograrlas, las voces de muchos, encontrarán en algunos medios la
oportunidad de favorecer el enfrentamiento engañando al ciudadano.
El
uribismo agazapado en el Puro Centro Democrático, Partido Conservador, Partido
de Integración Nacional y un porcentaje significativo del Partido de la U;
buscará estropear el proceso de reconciliación.
En
la implementación de los acuerdos, algunas reformas sociales y económicas
podrán contar con el apoyo del Partido Liberal, Cambio Radical, Mira y Partido
Verde.
Pero
los verdaderos cambios al modelo imperante, que permitan a futuro construir
equidad social, dependerán de la capacidad de movilización que demuestren las
Organizaciones Sociales, Marcha Patriótica y el Polo Democrático Alternativo.
No
nos engañemos ni permitamos que nos vayan a engañar, #LaPAZ solo comenzará a
germinar en la medida que los colombianos y colombianas, asumamos la
responsabilidad de “…construir una sociedad democrática, decente, justa y
equitativa…”