El pasado 27 de Febrero,
cuando intercambiaba opiniones en twitter, le indique al gobernador del departamento Doctor Juan Carlos
Granados, que hacía un año largo, estaba solicitando a CORPOBOYACÁ el Plan de
manejo y conservación de los humedales en Tunja.
Y ocurrió lo que jamás había
sucedido, desde la cuenta de la Corporación se me indicó, que sería importante
que me acercara a la Entidad y me fue suministrado un número telefónico de
contacto.
Como la oportunidad era para
no dejarla pasar, inmediatamente le indique a mi interlocutor que el viernes 01 de
marzo a las 10 a.m. con gusto iría a recibir la información en la sede ubicada
en la Antigua Vía Pipa No 53-70
Definida
la cita, la sorpresa continúo. A través de la cuenta oficial de CORPOBOYACA, se me prometió que recibiría adicionalmente
la información sobre los humedales que eran zona reserva en la ciudad.
Tanta maravilla no podía ser cierta, y el sueño que comenzó en twitter
se desvaneció veinte minutos después de haber llegado a la sede de CORPOBOYACÁ.
Estando allí, la franqueza comenzó a florecer amable para reconocer que
CORPOBOYACÁ, no ha elaborado jamás un Plan de Manejo para la protección y
preservación de nuestros humedales.
Y para completar ese brusco despertar, a renglón seguido se aceptó, que el único
humedal protegido en el territorio boyacense, es a duras penas el ultrajado
Lago de Tota.
En
suma, nada de nada. El panorama actual y futuro de los humedales en Tunja y
Boyacá, se revelaba en tales circunstancias absolutamente desalentador. Por
negligencia de las autoridades, están condenados a desaparecer.
Una responsabilidad que
recae implacable en CORPOBOYACÁ, Alcaldes y Concejos Municipales, quienes
además están obligados a responder ¿Cómo van a garantizar a futuro el consumo
de agua a nuestros Pueblos?
Si la protección y
preservación de los humedales ha quedado hoy en manos de los ciudadanos y los
Jueces Populares ¿Qué papel cumplirá CORPOBOYACÁ el 22 de Marzo cuando se
celebre el Día Mundial del Agua?
No le diremos adiós a los humedales.
Por fortuna, fallos como los proferidos el 9 de noviembre de 2.011 por el Juzgado
Noveno Administrativo de Tunja, confirmado el 13 de Febrero de 2.013 el
Tribunal Administrativo de Boyacá, mantienen viva la esperanza.