viernes, 13 de marzo de 2015

¿QUÉ DIRÁN LOS CANDIDATOS?

La Vuelta al Perro ha sido desde siempre y de seguro sobrevivirá a muchas generaciones, el sitio para el encuentro de los tunjanos, sin importar la edad o el motivo que los lleve allí.

Es también por este hecho, el lugar donde mayor información circula en la ciudad, y donde es posible encontrar el mayor número de opiniones sobre cualquier tema en poco tiempo.

Por ello, aprovechando que muchos tunjanos dedican largo rato al consumo de tinto en las cafeterías que operan en el marco de la Plaza de Bolívar, quise preguntarles ¿Cuáles son las necesidades más apremiantes que registra su familia?

Y la respuesta es absolutamente contundente: 1. Empleo, 2. Vivienda,  3. Educación y 4. Salud; son en riguroso orden los motivos de desvelos de muchos padres o madres cabeza de familia de nuestra hermosa Tunja.

Los tres primeros son la génesis de todos los padecimientos que congestionan el cuarto, ya que su somatización causa la disfuncionalidad que galopa en muchos hogares  y explota en nuestras  Instituciones Educativas.

Algo deben hacer entonces nuestros Alcaldes. Y no hay de otra, deben formular políticas públicas que trasciendan la temporalidad de sus periodos de gobierno y brinden atención a problemáticas que por décadas han sido ignoradas.

¿Qué iniciativas formularán entonces los candidatos a la Alcaldía frente a este cuadro de necesidades insatisfechas? Una respuesta clara y precisa, debe ser requerida por todos los tunjanos, cuando a nuestros barrios lleguen solicitando el voto.

A punta de OPS que se rotan cada tres o seis meses, para atender compromisos electorales, jamás podrá ser atendida la creciente demanda por un puesto de trabajo digno.

Fortalecer los Programas de Vivienda de Interés Prioritario y Social, debe ser siempre un compromiso de los futuros alcaldes de la ciudad, por el efecto múltiple que ejercen en la generación de ingreso y bienestar.

El servicio de Educación que se está ofertando en nuestras Instituciones Educativas, debe ser sometido a una exigente operación de reingeniería; para comenzar por rescatar compromiso y calidad en beneficio de las nuevas generaciones.

Si no logramos respuestas a lo que angustia y hace sufrir a nuestras gentes, estaremos condenados a ser una sociedad enferma que envejece en la violencia y una ciudad que trascurre especulando sobre el desarrollo, en medio de la inseguridad y la indolencia.