En la Vuelta al Perro para nadie es un secreto que la Campaña Electoral 2.023 comenzó hace un año en Boyacá, porque el Partido de gobierno sabe que la coyuntura le plantea un gran reto, después que ser pillados en el trasteo masivo de votos para Rodolfo Hernández.
No es fortuito que en las
inauguraciones de obras que viene realizando el Gobernador de Boyacá Ramiro
Barragán Adame, este acompañado de los Parlamentarios en ejercicio del Partido
Alianza Verde.
Y tampoco es una coincidencia,
que el Ingeniero Carlos Amaya con éste mismo equipo de “amigos y colaboradores”,
se encuentre de gira por los municipios boyacenses visitando Alcaldes en
ejercicio o ex mandatarios locales.
La vieja política tiene desde
los días de Jorge Perico Cárdenas sus líneas de conducta, para que el
electorado sepa en su momento oportuno, quien posee la varita mágica que saca
el conejo del sombrero y abre esa cajita de pandora que es el presupuesto
regional y local.
Si el Verde madruga, en el
Partido Liberal el Doctor Rodrigo Rojas hizo lo propio para ganarse el aval y
dejar medio aturdidos a sus potenciales competidos, que por mucho que lo
deseen, les será difícil ganarle esa apuesta.
Sin embargo, las viejas
componendas con el Ingeniero Amaya para compartir la torta burocrática en el
Palacio de la Torre, no dejan de imprimirle a su candidatura cierto tufillo de
continuismo del que los boyacenses estamos ya cansados.
El Centro Democrático, Partido
Conservador y Cambio Radical podrían unir fuerzas y convertirse en una opción
electoral con potencial de triunfo, a juzgar por los resultados en las pasadas
Elecciones Parlamentarias.
La gran limitación que tendría
una eventual coalición así integrada, es que carece de una figura política que
aglutine ese potencial electoral en la implementación de una campaña regional.
La coalición que en el pasado
conformaron el Partido de la U, Movimiento Mira, ASI y Colombia Justa y Libres;
en mi opinión, terminarán adhiriendo al mejor postor en el futuro inmediato,
pues en honor a la verdad a duras penas logran sacar un par de diputados.
En esta reflexión, he dejado
para el final, las posibilidades que el Pacto Histórico tendrá en las próximas
elecciones, como segunda fuerza electoral en Boyacá, con la esperanza que haya
aprendido la moraleja que le dejo la elección del rector de la UPTC.
Es innegable que en una
Campaña electoral por la Gobernación de Boyacá, el Pacto Histórico tiene la
obligación de sumar apoyos con tal propósito; lo que podría originar, que la
designación del Candidato no sea una responsabilidad que recaiga entre sus
miembros.
No obstante, encomiable ha
sido en trabajo de construcción política y organizativa, que viene adelantando
el Ingeniero Giovanny Pinzón, y que el Pacto en su conjunto debería apoyar sin
más dilaciones, aunque ya se tenga una mayoría que se juzga decisiva.
Una decisión en tal sentido,
facilita inmediatamente la exploración de potenciales aliados en la
construcción de un acuerdo programático, alrededor de los postulados de la
COLOMBIA, POTENCIA MUNDIAL DE LA VIDA.
Este panorama no estaría
terminado, de no tenerse en cuenta la candidatura que por firmas ha comenzado a
trabajar el Presbiterio Víctor Manuel Leguizamo Díaz; y el gran apoyo ciudadano
que desde ya se vislumbra recibirá en la ciudad de Tunja y municipio de Paipa.
Un gobierno del Cambio en
Boyacá, exige pragmatismo sin oportunismo y flexibilidad política sin abandonar
los postulados que hicieron posible elegir el Gobierno de Gustavo Petro y
Francia Márquez.