ROGATIVA

A 25 metros de una valla en la que se informa al transeúnte “…Aquí están sus impuestos…”, yace la sede de una antigua escuela, que sin saber cómo o con autorización de quién, ha perdido gran parte de su predio, privándola de “…zonas verdes y campos deportivos…”.

Salvaguardar el patrimonio de Tunja y proteger la vida de los alumnos y docentes, parece no interesar a sus autoridades, por ello a las solicitudes de construir un muro que cierre sus linderos, no se les da respuesta.

Allí, el impredecible fenómeno de la niña, podría causar una tragedia de grandes repercusiones, es por ello, que en la Institución Educativa Gustavo Rojas Pinilla cada vez que llueve, entran en cadena de oración.

En la rogativa piden que su deteriorada sede Club de Leones no colapse en horas de trabajo, aguardando a que algo suceda en la Alcaldía Municipal, con las solicitudes y denuncias que la rectoría presentó el pasado 19 y 28 de Abril.

El deterioro del inmueble, se origina con la excavación realizada en la Urbanización La Esperanza I etapa, para construir el parqueadero interno; ya que los cambios en la estabilidad del terreno habrían afectado su cimentación.

Lamentablemente hasta hoy, ninguna autoridad competente se ha tomado la molestia de realizar un estudio técnico sobre estos temas y los riesgos que ofrece el inmueble a la vida de 250 alumnos y 15 docentes.

El muro occidental lo derribo la lluvia el 17 de Abril, dejando a esa comunidad educativa, sus muebles y equipos, sin ningún tipo de seguridad; circunstancia que permite a cualquier persona ingresar, agredir, sustraer o dañar lo que desee.

La lentitud en la toma de decisiones e implementación de los correctivos que son de urgente aplicación, no valora adecuadamente la advertencia hecha por el COLPAD-Tunja, con motivo de la visita realizada a la sede Club de Leones.

Dicho Comité advirtió que “…Las recomendaciones del presente diagnóstico están basadas en las características externas, por tanto, pueden presentarse situaciones no previstas que se escapan de su alcance…” ¿Hay razones o no para rezar?

CAÑEROS

En el año en que se cosechará (¿??) lo que se sembró en silencio, pero que a pesar del cabildeo será financiado con recursos de crédito; nuestro Alcalde incorporó a su discurso la simbiosis ciudad-ciudadano, seguramente con el deseo de ser relacionado con… ¿ Mockus o Peñaloza?

Quizá por ello, anunció en febrero pasado la existencia de un Plan de Cultura Ciudadana, elaborado para cambiar el entorno físico de Tunja y el espíritu de la gente. Tres meses después, nadie sabe donde esta o que lo hizo, no aparece.

Sé afirma que la calidad del ciudadano se define al ver las calles, parques y espacio público; y que éste último, siendo el punto estratégico del desarrollo local, exterioriza la calidad de vida de la gente.

En esa lógica “cañera”, de llegarse a construir lo que en el discurso llaman obras megametropolitanas, en Tunja la pobreza, la inseguridad, la insolidaridad social, la falta de ética, etc., habrán desaparecido.

¿Será por eso que la Secretaria de Gobierno mantiene una nómina de “custodios”, que deambula en la vuelta al perro, luciendo la chaqueta blanca de dotación, que algunos esconden en el morral que cargan?

Construir ciudadanía requiere indagar en la memoria colectiva, y todos sabemos, que mutar de liberal electo a colaborador verde y de ahí a promotor de candidatos de la U, denota inconsistencia en los principios, engaño e irrespeto al elector, y ese comportamiento, da un pésimo ejemplo en materia de Cultura… Ciudadana.

Una más, hace un año se anunció con papayera, el Proyecto de Ornato y Embellecimiento del casco histórico, la peatonalización de vías y la recuperación de parques; pero va a llegar el día del bicentenario, y nada se ha hecho.

No enredemos la pita, en Tunja, las calles, los parques y el espacio público, a gritos dan un mensaje contundente de ineficacia en la administración municipal y denuncian la existencia de un pueblo que vive apabullado por el desempleo.

“Pueblo mío que estas en la colina,
tendido como un viejo que se muere
la pena, el abandono son tu triste compañía
PUEBLO MÍO….” ¡DESPIERTE!

¡PARA TUNJA... LO PEOR!

En el año en que se cosecharía lo que se planificó en silencio, pero que a pesar del cabildeo, será financiado con crédito bancario, llegó septiembre y nada, bueno nada tampoco, salió la edición 101 de la revista Poder, con un “disparate” que ya 28 mil tunjanos habían certificado con su firma.

Aunque les pese la cobarde envidia, al fin nos ganamos algo a nivel nacional y lo registró la prensa especializada: El Doctor Arturo José Fructuoso Montejo Niño, será “…el alcalde del país que sale con la imagen más mala…”

Un reconocimiento para reflexionar y modificar drásticamente el rumbo, pero aunque usted no lo crea, al Concejo Municipal en su calidad de órgano de control político, no parece importarle.

Y no es de extrañar, en tres años el presupuesto ordinario le ha quedado “grande” a la actual administración, mientras la ciudad refleja un vergonzoso deterioro, haciendo que el eslogan de campaña termine convertido en ¡Para Tunja…Lo Peor!

Lo trágico, es que el fantasma de la corrupción parece que también ha estado presente en la famélica gestión del burgomaestre, a juzgar por las “…extrañas coincidencias en los contratos de los módulos 2 y 3 de la PTAR…”

En un marco de referencia tan adverso, el Concejo Municipal aprueba otorgarle facultades especiales para que el Alcalde celebre contratos hasta por doce mil millones de pesos.

Lo que preocupa, es que faltando tan pocos meses para terminar su periodo de gobierno, el actual alcalde se dedique solo a suscribir contratos para que sea el sucesor, quien responda por correcta ejecución de las obras.

Ese manejo temerario de los recursos públicos y de los menguados ingresos de los tunjanos, es responsabilidad del Alcalde y de los Concejales que le han secundado un elevado endeudamiento, a pesar de su pésima gestión.

Desde aquí, un llamado para que la Contraloría Municipal acompañe con mayor rigor toda ésta tragedia que vive la ciudad, pues todo indica, que es el único funcionario público al que la sensatez no lo ha abandonado.

PARAS: VICTIMAS y TIERRA

En la pasada campaña presidencial, el candidato del Polo, esbozó la propuesta de desalojar a las mafias del gobierno; formulada en abstracto, hace poco digerible su implementación, pero ello no niega su enorme trascendencia.

Asumiendo un elevado costo político, Gustavo Petro formuló al presidente Juan Manuel Santos, la invitación a dialogar sobre tres temas de importancia capital para el país: Agua, Victimas y Tierras.

Dicha iniciativa, concitó el interés de ocho ex mandos medios de las AUC beneficiarios del programa de justicia y paz, quienes le comunicaron por escrito el 6 de julio de 2010, su deseo de participar en tales diálogos.

Es ahí, donde mafia, paras, victimas, tierra, justicia, reparación y paz adquieren forma corporal, y hace creíble la posibilidad de que el dialogo propuesto desencadene resultados tangibles.

Dichos ex comandantes confirman en su carta lo que muchos sospechábamos y que el pasado gobierno negó siempre: las AUC son apenas la “punta del iceberg” llamado fenómeno PARA en Colombia.

En el cual “...campean políticos, empresarios, funcionarios de alto nivel, grandes contratistas, inversionistas extranjeros y miembros de la fuerza pública”, que bajo el amparo del gobierno Uribe, lograron escamotear la acción de la justicia.

La grave afectación que le propinó el “fenómeno Para” a la institucionalidad, la economía y la política en Colombia “…no se ha exhibido ante los ojos del país en su real dimensión…”, aseguran los ex comandantes de las autodefensas.

Esa es la razón que motivo la extradición a la cúpula militar de las AUC, no hay interés en que se conozca quienes fueron los grandes beneficiarios del fenómeno Para en Colombia, y esa es también, la gran responsabilidad del uribismo.

La posibilidad de conocer esa verdad de labios de quienes hoy permanecen presos en Colombia amenazados con la extradición, es una coyuntura que el Polo no puede dejar pasar. El camino para lograr una Colombia Decente comienza a despejarse y hay que emprender la marcha.