En la pasada campaña presidencial, el candidato del Polo, esbozó la propuesta de desalojar a las mafias del gobierno; formulada en abstracto, hace poco digerible su implementación, pero ello no niega su enorme trascendencia.
Asumiendo un elevado costo político, Gustavo Petro formuló al presidente Juan Manuel Santos, la invitación a dialogar sobre tres temas de importancia capital para el país: Agua, Victimas y Tierras.
Dicha iniciativa, concitó el interés de ocho ex mandos medios de las AUC beneficiarios del programa de justicia y paz, quienes le comunicaron por escrito el 6 de julio de 2010, su deseo de participar en tales diálogos.
Es ahí, donde mafia, paras, victimas, tierra, justicia, reparación y paz adquieren forma corporal, y hace creíble la posibilidad de que el dialogo propuesto desencadene resultados tangibles.
Dichos ex comandantes confirman en su carta lo que muchos sospechábamos y que el pasado gobierno negó siempre: las AUC son apenas la “punta del iceberg” llamado fenómeno PARA en Colombia.
En el cual “...campean políticos, empresarios, funcionarios de alto nivel, grandes contratistas, inversionistas extranjeros y miembros de la fuerza pública”, que bajo el amparo del gobierno Uribe, lograron escamotear la acción de la justicia.
La grave afectación que le propinó el “fenómeno Para” a la institucionalidad, la economía y la política en Colombia “…no se ha exhibido ante los ojos del país en su real dimensión…”, aseguran los ex comandantes de las autodefensas.
Esa es la razón que motivo la extradición a la cúpula militar de las AUC, no hay interés en que se conozca quienes fueron los grandes beneficiarios del fenómeno Para en Colombia, y esa es también, la gran responsabilidad del uribismo.
La posibilidad de conocer esa verdad de labios de quienes hoy permanecen presos en Colombia amenazados con la extradición, es una coyuntura que el Polo no puede dejar pasar. El camino para lograr una Colombia Decente comienza a despejarse y hay que emprender la marcha.
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