El alcalde de Tunja presentó ante el Juzgado Segundo Administrativo en medio magnético, algo que llamó diseño definitivo de la Megavia del Centro, pero que las autoridades judiciales no reconocen como tal.
En dicho plano que ni siquiera esta acotado, se le dice adiós a dos parques de la ciudad, y con ellos a las pocas opciones de recreación y esparcimiento que tenemos los Tunjanos
Los problemas de alcantarillado que registró el Parque Santander, sirvieron de excusa a la Alcaldía para trasladar la estatua de Santander y rebautizar en beneficio privado el sitio donde fue empotrada, como Glorieta Proactiva.
Tiene previsto el Doctor Montejo, que dicha glorieta desaparezca y que las áreas de los Parques Santander y La Esperanza, sean sensiblemente reducidas en favor del tránsito vehicular que surcará la Megavia.
Sustenta tal decisión señalando que los parques sobre los que se proyecta la vía, no necesitan cambio de uso, toda vez que conservan su calidad de bienes públicos.
Una leguleyada de marca mayor, pues si bien dichos predios continúan siendo bienes públicos, lo que el alcalde pretende cambiar es su destinación, a sabiendas que tal facultad es exclusiva del Concejo Municipal.
“Olvida” el marco jurídico dado en las leyes 09/89 y 388/97 y el decreto 4002/02; y que de efectuarse la obra, la administración municipal está obligada a canjear los bienes afectados por otros de características semejantes.
En Tunja el bien común parece relegado por el afán de contratar, a sabiendas que a futuro éste cumulo de omisiones e irregularidades, le permitirán reclamar a los contratistas en perjuicio económico del municipio.
Por ello saludamos complacidos, que el Tribunal haya confirmado la medida cautelar de suspensión general del contrato, decretada por el juzgado Segundo Administrativo.
Es una decisión que beneficia no solo a la ciudad porque con ella se salvaron los parques, sino a los tunjanos, porque se evitó un golpe irresponsable a nuestra ya menguada calidad de vida.
En dicho plano que ni siquiera esta acotado, se le dice adiós a dos parques de la ciudad, y con ellos a las pocas opciones de recreación y esparcimiento que tenemos los Tunjanos
Los problemas de alcantarillado que registró el Parque Santander, sirvieron de excusa a la Alcaldía para trasladar la estatua de Santander y rebautizar en beneficio privado el sitio donde fue empotrada, como Glorieta Proactiva.
Tiene previsto el Doctor Montejo, que dicha glorieta desaparezca y que las áreas de los Parques Santander y La Esperanza, sean sensiblemente reducidas en favor del tránsito vehicular que surcará la Megavia.
Sustenta tal decisión señalando que los parques sobre los que se proyecta la vía, no necesitan cambio de uso, toda vez que conservan su calidad de bienes públicos.
Una leguleyada de marca mayor, pues si bien dichos predios continúan siendo bienes públicos, lo que el alcalde pretende cambiar es su destinación, a sabiendas que tal facultad es exclusiva del Concejo Municipal.
“Olvida” el marco jurídico dado en las leyes 09/89 y 388/97 y el decreto 4002/02; y que de efectuarse la obra, la administración municipal está obligada a canjear los bienes afectados por otros de características semejantes.
En Tunja el bien común parece relegado por el afán de contratar, a sabiendas que a futuro éste cumulo de omisiones e irregularidades, le permitirán reclamar a los contratistas en perjuicio económico del municipio.
Por ello saludamos complacidos, que el Tribunal haya confirmado la medida cautelar de suspensión general del contrato, decretada por el juzgado Segundo Administrativo.
Es una decisión que beneficia no solo a la ciudad porque con ella se salvaron los parques, sino a los tunjanos, porque se evitó un golpe irresponsable a nuestra ya menguada calidad de vida.
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