En Tunja
los problemas de movilidad y transporte tienen fundamentalmente dos causas, no
existe una red vial adecuada y el número de vehículos de transporte público
urbano se desbordó, gracias a los personalismos de los alcaldes.
Ampliar la
red vial es tema de largo plazo y de un monto de recursos que la ciudad no
tiene, lo preocupante es que en la administración pasada, se redujeron calzadas
para ampliar andenes, en vías que deben ser peatonalizadas.
Y peor aún,
la Avenida Colon, llamada a favorecer la
descongestión vehicular en la ciudad, sufrió dicha afectación produciendo
extenuantes trancones, en los que la vida del peatón queda en peligro, ya que
motos y bicis van por los andenes.
La sobre
oferta de vehículos de transporte público urbano, debe ser redimensionada, buscando
su democratización y garantizar el empleo de quienes hoy derivan su precaria
subsistencia en medio de ese inhóspito ambiente laboral.
Es evidente
entonces, que los empresarios que hoy mantienen operando en las vías de la
ciudad tres y más vehículos de transporte público, deben ser convocados por el
mandatario local a asumir su cuota de
sacrificio.
Redefinir
las rutas de servicio, privilegiando a los barrios más distantes, favorece a
los estratos uno a tres, y con ello, aproximadamente al 80% de la población
estudiantil y laboral de la ciudad.
Un subsidio
al transporte escolar debe ser examinado, ya que la tarifa del servicio de
transporte público urbano es muy costosa, si la relacionamos con el ingreso per
cápita de la ciudad. De ahí el elevado registro de tunjanos caminando para ir a
estudiar o trabajar.
La medida
del pico y placa es un instrumento idóneo en el propósito de reducir la
circulación de vehículos particulares, pero debe ser complementada con la
prohibición de parquear en las vías que acceden al Centro de la ciudad.
Ello obliga
a que la administración municipal promueva el surgimiento de parqueaderos en
sitios estratégicos alrededor de la Zona Histórica, con lo cual se reduce ostensiblemente
la presencia de vehículos en el sector.
Las vías a
peatonalizar deben serlo sin más demora, a fin de que la inversión en ellas
realizada, no deje la impresión de ser otro más de los cuantioso detrimentos
patrimoniales que agobian la ciudad.
Solucionar
los problemas de movilidad es mejorar calidad de vida, y tal propósito no
guarda vecindad con la politiquería o el chantaje, es indispensable que al
momento de planear y decidir, le demos paso a la opinión de los expertos.