martes, 12 de febrero de 2013

GRUPO E.T.V.


 

El dengue, enfermedad de Chagas, leishmaniasis, fiebre amarilla y malaria son algunas de las enfermedades transmisibles por vectores, que proliferan en los municipios con clima cálido y son atendidas a través del Programa ETV.

Las autoridades sanitarias están obligadas en dicho programa, a realizar actividades de promoción, prevención y control en sesenta (60) municipios catalogados en Boyacá de alto o mediano riesgo para ETV.

Para lo cual se mantiene con vinculación permanente a un (1) Coordinador y tres (3) funcionarios referentes, mientras que los veinticuatro (24) operarios del programa, laboran al vaivén de las órdenes de prestación de servicios.

Estos trabajadores de campo contratados cada cinco (5) meses, permanecen viajando, debiendo asumir los costos de desplazamiento, hospedaje y manutención con la remuneración mensual que se les da.

Es más, con dicha paga deben cotizar los aportes a salud, pensiones y riesgos laborales nivel cinco en consideración a los peligros que en dicha labor asumen. El remanente, es para intentar que la familia subsista con precaria dignidad.

Lo curioso es que dichos técnicos son vinculados por la Secretaría de Hacienda gracias a la intervención de los honorables diputados, deseosos de modificar permanentemente la nómina, sin evaluar los riesgos de dicha decisión.

La inexperiencia o carencia de idoneidad al ejecutar la entomología médica o la intervención química inherentes al programa de enfermedades transmisibles por vectores, pone en grave riesgo la vida del funcionario y de la población atendida.

Es más, ese juego en la contratación de los técnicos resulta  preocupante, pues deja adicionalmente en peligro, los  procesos de certificación internacional para municipios libres de Chagas emprendidos en Moniquirá, Soatá, Boavita y La Uvita.

Y la misma suerte podría tener la certificación internacional que en el curso del presente año se busca obtener en cinco (5) municipios del Valle de Tenza, con el apoyo de la Universidad Javeriana y el Ministerio de Salud.

La nómina oficial y paralela al igual que el presupuesto de las entidades públicas, siempre ha estado a merced de la voraz politiquería, pero jugar con la salud de los funcionarios y las comunidades, exige la inmediata intervención de los entes de control.

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