Aún algo
desvencijados, los tres juegos infantiles del Parque del Barrio Jorge Eliecer
Gaitán, agradecen a la Alcaldía de Tunja, la reparación prodigada la semana
anterior, pues con ella se les ha evitado su paso por el suelo.
A pesar de ello, ese
parque no ha tenido la fortuna de albergar la alegría bulliciosa de las niñas y
niños del sector, pues con urgencia reclama un diseño que lo haga atractivo a
esa muchachada que lo voltea a mirar y siguen de largo.
La agreste
topografía del terreno donde fue levantado, favorece la ocurrencia de
accidentes, y los grandes montones de tierra cubiertos por el pasto, sirven de
escondite en la comisión de actos impúdicos o delictuosos.
Su área debe ser
delimitada y su perímetro dotado de los andenes que hoy no cuenta, para que su acceso a través de gradas, facilite la
llegada de sus esquivos beneficiarios.
La carencia de
iluminación en su interior, incrementa sustancialmente los niveles de
inseguridad, por ello en las horas de la noche, dicho lugar ofrece toda suerte de sorpresas indeseables a
habitantes y transeúntes.
El Parque necesita
con urgencia que lo ayuden a sobrevivir, para poder cumplir con el objeto
social que le dio vida y que anhelan disfrutar las familias residentes en los
Barrios Gaitán, Trigales, San Diego, La Fuente, La Esperanza, La calleja, etc.
Siempre he oído
decir, que los parques no solo estimulan favorablemente
las relaciones familiares y sociales, sino que su significativa labor social, contribuye
a mantener la salud física y mental de las niñas y niños.
Quizá por ello, no debemos
olvidar que dicho parque, debe estar llamado a convertirse en instrumento que
estimule el
desarrollo de la imaginación, destreza y fortaleza psicológica, cognitiva y
emocional de las niñas y niños que estudian en el Jardín Nacional,
CDI Barrio Gaitán, Club de Leones, Gimnasio San Diego, etc.
Es urgente
repensarlo para que bajo un nuevo diseño,
incorpore al Monumento del Trigo que allí se levanta y permita que el
espacio ubicado frente a la iglesia de Santa Ana, se convierta en un
parqueadero adoquinado, que dé con comodidad la bienvenida a sus visitantes.
Los Parques deben
ser primordialmente, sitios hermosos y seguros, para que en ellos florezca la
alegría innata que aportan los juegos
infantiles, a la formación de los ciudadanos del mañana.
Un mañana, que también
lo queremos ver llegar desde el Parque Infantil del Barrio Jorge Eliecer
Gaitán, con el mismo ímpetu que de sus entrañas
brotó el trigo hace 474 años por primera vez en Colombia.
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