Cuando el telón esta por caer, se busca angustiosamente, señalar como responsables de la pésima gestión que registra la actual administración municipal, a los concejales del Partido Liberal y sobre todo, al concejal de Polo Pedro Pablo Salas.
Una inaudita disculpa que molesta, porque con ella no solo se irrespeta la inteligencia del Pueblo Tunjano, sino que busca trasladar a otros, la inocultable responsabilidad de tanta ineptitud.
Estoy convencido que al escuchar al mandatario local exclamar “…que me dejen trabajar, por Dios, no metan más palos a las ruedas…” los 34.600 votos que obtuvo en su elección, fruncen arrepentidos el ceño.
“…que me dejen trabajar, por Dios…” es una evocación soslayada de esa disculpa que nadie acepta, ya que el único responsable es nuestro alcalde, por querer improvisar brincándose cuanta normatividad existe.
Esa es la única explicación, al cumulo de demandas que ha recibido en su ejercicio la administración de “Para Tunja…Lo Mejor”, y que cursan en juzgados de la ciudad.
“…no metan más palos a las ruedas…”, parece ser el reclamo de alguien a quien le han frustrado una faena redonda, una tarea perfecta; y no es verdad, la realidad es absolutamente opuesta.
Tunja es hoy una ciudad en ruinas, varios miles de millones desembolsados por la administración anterior, son hoy obras inconclusas, a las cuales le dieron en ésta administración nuevos recursos o se recibieron sin finiquitar.
Las mega obras como el Parque de La estancia EL Roble, Plaza de mercado de Oriente, han comenzado a ser desplazadas por su mentor en el cuadro de prioridades.
Los mega andenes los desbaratan por deficiencia en los diseños, o simplemente porque los estudios que apoyaban la peatonalización del Centro Histórico, fueron ignorados, para favorecer a los empresarios del transporte urbano.
Cuando todos esperábamos sinceridad en el mandatario local, él decidió sacarle el Q-erpo a las responsabilidades, a pesar de las innumerables quejas y acusaciones que adicionalmente cursan en Procuraduría, Contraloría, Personería y Defensoría del Pueblo.
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