Se
asegura que “…en la ciudad de Tunja se han identificado un gran número de
personas, grupos familiares y grupos sociales que se han dedicado a la
elaboración de artesanías como único sustento de bienestar social y económico
de su núcleo familiar…”
Y
que como verdad incontrovertible en estos actores económicos, “…ninguno ha
tenido la oportunidad de comercializar su producto de forma continua y que
tampoco ha tenido la oportunidad de asistir a alguna feria local, departamental
ó nacional…”
Primera
inquietud que surge de lo indicado por el Secretario de Cultura y Turismo en el
proyecto, ¿cómo es posible que la artesanía sea el único sustento familiar,
cuando no existe comercialización permanente del producto?
Y
son más los interrogantes que deja la lectura del Proyecto denominado Implementación
y Fortalecimiento del Sector Cultural en el Municipio de Tunja, radicado por el
Secretario de Cultura y Turismo el pasado 23 de mayo de 2012.
Allí
se precisa que “…la administración municipal preocupada por la falta de
oportunidad de éste sector productivo realizará la FERIA ARTESANAL DE TUNJA,
con el objeto primordial de dar a conocer los productos artesanales…”
Tarea
que asume a pesar de la enorme limitante que se reflejada en que “…La planta de personal del Municipio no
cuenta con profesionales especializados en la organización de éste tipo de
eventos…”
Circunstancia
que acepta el Secretario de Cultura y Turismo, no permite que en la realización
de la Feria Artesanal de Tunja, se “…garanticen y mantengan altos niveles de
calidad…”
No
obstante, se reserva para el Secretario de Cultura y Turismo las funciones de
supervisión, con el único argumento de ser
“…la dependencia que genera el proyecto y determina su desarrollo…”
En
circunstancias tan adversas, la administración municipal decide no solo
realizar la Feria Artesanal, sino que entrega su manejo a un ente privado, del
que se asegura los beneficiarios son “…dos Juancas y un Lucho…”
Lo
curioso del proyecto, es que buscando dinamizar la economía del municipio y
generar empleo a través del posicionamiento de productos, en la Feria Artesanal
de Tunja, brillan por su ausencia los artesanos, microempresarios y vendedores
informales de la ciudad.
Algo
me dice que los dineros de la ciudad, están apalancando la actividad comercial
de personas distintas, a las que fueron invocadas en el proyecto para sustentar
la realización de la Feria. Ahora tienen la palabra los organismos de control.
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