La
mesa de concertación del Salario Mínimo, ha sido convertida en un sainete de
burócratas, que cada año repite su inocuo parlamento, sin dar al trabajador la
oportunidad de sobrevivir con dignidad.
Una
cita a la que llegan unidos el gobierno y los dirigentes gremiales, arropados
en las estadísticas del DANE y el fantasma del desequilibrio macroeconómico, con
la misión de proteger la competitividad empresarial eludiendo todo compromiso
con el salario real.
Los
dirigentes sindicales arriban cada uno por su lado, unos con la idea de ponerle
una piedrita a la caída perpendicular en el poder de compra del salario, y
otros con el deseo de ser nominados gracias al favor del Presidente, para un
puesto en la OIT o en el Ministerio del Trabajo.
Mientras
se escenifica ese guion del miserabilismo social y económico, los trabajadores
aguardamos en casa frente al televisor, a que los noticieros nos comenten los avances de la
negociación.
El
porcentaje concertado o impuesto por decreto, nos es dado como un regalo de
navidad que desaparece automáticamente todos los primeros de Enero, con el
anuncio en cada municipio del incremento en el pasaje del transporte urbano.
¿Por
qué todos los años lo mismo? Nos hemos acostumbrado a salir del trabajo a
vender corbatas y bisutería a domicilio, o a alquilar un taxi para cuadrar en
las horas de la noche el dinero que falta para los gastos del día siguiente.
Si en
Colombia, al menos los 2.1 millones de Colombianos que ganan un SM se unieran a
los 6.3 millones de compatriotas que sobreviven con menos de él, otro gallo
cantaría al momento de negociar con el gobierno y los empresarios.
Esa
decisión exige que cambiemos nuestra actitud conformista, que estemos
dispuestos a enfrentar nuestra tragedia en la movilización social e incluso, a remover a algunos miembros de la dirigencia
sindical.
Con
2.0 millones de desempleados, no queda mucho por pensar. Continuamos amargados
viendo televisión o asumimos el compromiso de descubrir un mañana menos sombrío
para nuestras familias. ¡Vamos Todos a
un Paro Nacional!
No hay comentarios:
Publicar un comentario