A Pedro José Mogua lo
sacaron de su tierra a la una de la mañana, su esposa e hijas tuvieron que cargarlo, ya
que minutos antes, los paramilitares lo
hicieron acostar boca abajo y atravesaron su cuerpo en tres oportunidades con
la bayoneta calada al fusil.
Así lo convirtieron en uno
de los miles de desplazados internos que está produciendo el conflicto armado
colombiano, arribando a Tunja el 9 de
febrero de 2012, para rendir una declaración ante la Personería Municipal.
Como víctima de la
violencia, fue recibido en el Hogar de Paso que operaba en el Barrio Jordán, una
alegría que solo dura treinta días calendario, al cabo de los cuales, todo desplazado debe abandonar el inmueble.
Se presume que es el tiempo
suficiente, para que el Estado los reconozca como víctimas, y sean vinculados a
los programas de ayuda humanitaria que la ley les reconoce. Un supuesto, que en
muchas ocasiones no tiene validez.
A Pedro José lo han tenido durante un año y
medio deambulando por Tunja, en medio de toda suerte de penurias, sin que se haya corregido el error que cometieron, al
digitar un número de su cédula de ciudadanía en la resolución que lo incluye en
el Registro Único de Victimas.
En Bogotá, esa resolución fue firmada el 9 de
noviembre de 2012 en la Unidad para la Atención y Reparación Integral de las
Victimas, pero a él, sólo le fue notificada en Tunja, el 8 de Mayo de 2013.
De nada han servido las
innumerables solicitudes y ruegos de Pedro José, la ayuda no llega, es más, desconoce
sobre cómo acceder a los programas de Reparación Integral de los que le han
hablado.
Y mientras tanto, “…Mi
familia se está desintegrando, existen conflictos familiares debido a la
situación que afronto…”; nadie lo escucha, y en medio de esa angustia murió su
hija menor de 10 años.
“He contemplado acciones
extremas contra mi integridad física, al no encontrar solución a mis
problemas…”; pero en las oficinas del Estado Colombiano, a nadie parece
importarle su suerte.
Bueno sería, que las instituciones y
organizaciones de Derechos Humanos y de Control del Estado, asumieran una papel
más activo frente a una población que convertida en victima por el conflicto
armado, está siendo nuevamente victimizada por la negligencia de algunos
funcionarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario