Al decir mi barrio, deseo
aclarar que dicha aseveración es meramente afectiva, ya que en el barrio Jorge
Eliecer Gaitán de Tunja, solo he tenido el inmenso placer de disfrutar los años
de juventud y una tranquila condición de arrendatario en la madurez.
Conozco el barrio, sus
necesidades y sus gentes, y puedo asegurar con absoluta certeza que los días de
prosperidad quedaron en el pasado, anclados al recuerdo de obras forjadas por Jorge
Vega, Alberto Vargas, Antonio Rojas y hace ya muchos años por Carlos Sierra.
Ese liderazgo no logro
siquiera ser imitado por las generaciones posteriores, de ahí que las Juntas de
Acción Comunal que se han integrado en las últimas tres décadas, solo se
recuerdan por sus conflictos internos y por las maromas adoptadas para mantener
cautivo su círculo de poder.
En mi barrio, en tiempos de
elección de la Junta de Acción Comunal desaparece el libro de registro de
afiliados, o es sometido en el mejor de los casos por quienes se niegan a ser
relevados, a la consabida mutilación por conveniencia que bautizaron como
“depuración”.
No existen libros de Actas o
de registro de cuentas, nadie sabe dónde están, quizá por ello también han
desparecido los informes de gestión de Presidencia, Tesorería y Revisoría
Fiscal, dejando muchas dudas en la comunidad, sobre el manejo de los recursos.
Documentos soporte como
recibos de caja o comprobantes de egreso, simplemente no se diligencian, han
quedado reducidos a ser una broma de mal gusto, y con ella, se convirtió la
Tesorería en un cargo incómodo y riesgoso.
Algún equipo y herramientas
adquiridos con recursos comunales, han sido “vendidos” o “desparecidos”, sin
que exista un registro documental que permita establecer las circunstancias que
rodean tales hechos o decisiones.
Hoy, hasta la tranquilidad
ciudadana se encuentra amenazada, sin que las autoridades le brinden atención a
los angustiosos llamados que en múltiples escritos, les han formulado los
vecinos de mi barrio.
Sin que nadie le ponga el
cascabel al gato y convencido que el silencio guardado por tantos años, no
exonera a nadie de responsabilidades; pregunto para finalizar en medio de
tantas omisiones ¿Cuál es la responsabilidad asignada a la Dirección de
Participación Local?
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