Invocando el derecho a
defenderse, en Palestina los bombardeos y las incursiones terrestres del
ejército israelí, han causado la muerte a 1.332 civiles, entre los que se
cuentan 258 niños.
Más de 220.000 desplazados
han llegado a 69 centros de acogida de la Agencia de la ONU para los Refugiados
Palestinos UNRWA, mientras que 6.850
heridos de los cuales 1.689 son niños, intentan salvarse de morir entre las montañas
de escombros en que están convirtiendo a Gaza.
Una masacre que
reiteradamente se repite desde el 15 de mayo de 1948, sin que la ONU haya
logrado proteger la vida y los derechos de un pueblo que está siendo
exterminado en su tierra, con el único propósito de evitar la existencia y reconocimiento del Estado independiente y
soberano de Palestina.
Gaza es hoy un enorme
cementerio sepultado entre las ruinas de más de
4.100 casas que han sido destruidas, bajo el sofisma de que allí “el
terrorismo” oculta armas estratégicas altamente sofisticadas para atacar a
Israel.
Es una guerra desigual, en
la que el gobierno de Benjamín Netanyahu hace caso omisión del DIH, con la falacia de ser víctima de un racismo
que le niega a Israel el derecho de autodefinirse como un Estado-Nación
independiente.
Se pretende justificar el
bombardeo a escuelas, mezquitas y hospitales o los ataques a las ambulancias de
los organismos de socorro, con la excusa de sospechar la presencia de
militantes de Hamas.
El genocidio que en
Palestina se registra bajo la Operación Margen Protector, no tiene ninguna justificación y debe ser
sancionado ejemplarmente por la Corte Penal Internacional.
Si bien no existen motivos
para ser optimistas, al menos el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, ha
solicitado el pasado 23 de Julio, que las operaciones militares de Israel en
Gaza, sean examinadas con el propósito de "…evitar y poner fin a la
impunidad…”
Si como en el pasado, la ONU
termina aceptando la voluntad de los Estados Unidos y el desprecio con que
Israel recibe sus resoluciones, “… garantizar que los responsables sean
sometidos ante la Justicia", será otra bofetada para el Pueblo Palestino.
Bajo la bandera de ¡Todos
somos Palestina!, debemos movilizarnos para romper con el silencio y la
impunidad, que han permitido la ocupación de su territorio y el exterminio de
su pueblo; no hay otro camino, para que en el Medio Oriente la legalidad internacional
sea respetada.
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