El 26 de Noviembre de 2.014
las primeras noticias oficiales sobre la inmediata construcción de la Nueva
Terminal de Tunja, aparecieron en los medios de comunicación, anunciando
inversiones aseguradas por $ 40.000 millones.
Se dijo en aquel momento, que
la construcción comenzaría en Marzo de 2.015 y que doce (12) meses después,
irrumpiría en el sector transporte haciendo parte de las Terminales más grandes
de Colombia, con capacidad para atender a dos mil (2.000) pasajeros/hora.
Sin embargo, para Abril de
2.017 la Terminal ya tenía un costo de $ 57.000 millones, sin tener en cuenta
obras de movilidad no presupuestadas, ni el valor del mobiliario que permitiría
su funcionamiento.
El no pago oportuno de las
Actas de Obra, la lentitud en la ejecución y el continuo surgimiento de Planes
de Ajuste; han ido dilatando los plazos de terminación del 19 de Agosto, a 30
de Octubre, a 30 de Noviembre y finalmente se aseguró, “…que vamos a hacer todo
lo posible para culminarla en éste gobierno…”
Una situación, que el 13 de
Septiembre pasado en el Salón de la Constitución, el gobernador Carlos Amaya justificó,
señalando como responsables al Concejo Municipal de Tunja y a la demanda de
nulidad interpuesta por el Diputado Guillermo Sánchez Sánchez.
Lo que no es de conocimiento
público, porque temas como éstos es mejor que no trasciendan para evitar
juicios de responsabilidad, es que:
1.
La
Resolución No 1776 del 06 de Junio de 2.017 emitida por el Departamento
Nacional de Planeación, ordenando la suspensión preventiva de giros, dejó al
descubierto omisiones de la Gobernación de Boyacá en la presentación de la
documentación solicitada y la no atención de requerimientos formulados por el
DNP.
2.
Dos meses después de emitida dicha resolución,
la Gobernación de Boyacá y la Alcaldía de Tunja, radican los Proyectos
solicitando a la Asamblea Departamental y Concejo Municipal; la autorización
para crear la Sociedad Publica que administraría la operación de la Nueva
Terminal.
3.
El 29 de Agosto de 2.017 mediante oficio No
DOCNT – AD – 225 – 17, el Consorcio Nuevo Terminal, le exige a la Gobernación
de Boyacá el pago de las ACTAS DE OBRA que han sido radicadas durante 2.017 por
valor de $ 12.532 millones.
4.
Teniendo en cuenta lo indicado en anteriores
numerales, se concluye sin asumo de duda, que los dineros que ha congelado el
DNP ya se le adeudan al contratista por obras ejecutadas y que con ellos no es
posible realizar ningún trabajo adicional.
5.
La aprobación de la Ordenanza No 002 de 2.017
concebida para autorizar un empréstito, terminó modificando irregularmente el
Plan de Desarrollo aprobado en 2.016, al incorporar proyectos de inversión no
previstos e incrementar el monto de la financiación autorizada a través de
crédito; hecho que da origen a la demanda de nulidad del Diputado Guillermo Sánchez.
6. Dicha demanda de nulidad radicada el 18 de
Julio de 2.017, no afecta la vigencia la Ordenanza No 002 de 2.017, ya que en virtud
del artículo 122 de la Decreto No 1333 de 1.986, las ordenanzas son de
obligatorio cumplimiento, hasta tanto no medie decisión en contrario del
Contencioso Administrativo, lo que a la fecha no ha ocurrido.
7.
En Octubre de 2.017 son retirados los
Proyectos en los que se solicitaba autorización para crear la Sociedad Pública,
con el propósito de permitirle al Gobernador de Boyacá y Alcalde de Tunja, complementar
y corregir tales iniciativas.
Sin haberse atendido a
satisfacción las exigencias que motivan la sanción impuesta a través de la
Resolución No 1776, el llamado Estudio Demostrativo Justificativo, es presentado
a pesar de las innumerables dudas que genera, como el pilar sobre el cual los
mandatarios regional y local, buscarán nuevamente la autorización para crear la
Sociedad Publica que pondría en operación la Nueva Terminal.
No hay duda, la constitución
de esa Sociedad por Acciones Simplificada esconde un pulso político entre el
Gobernador de Boyacá y el Alcalde de Tunja, por asegurarse el poder decisorio
sobre los destinos de esa infraestructura, que por ser generadora de burocracia
y dinero, se ha convertido objetivo de
alto valor.
En un enrarecido panorama pre electoral, la política y menos aún la politiquería, le
pueden negar a Tunja el puesto que en la historia se ganó; por ello, lo
realmente equitativo con los Tunjanos, es que la celebración del Bicentenario,
comience transfiriéndole a nuestra ciudad el título de propiedad de la Nueva Terminal.
Ese sería sin duda un buen gesto del Gobernador Carlos Amaya, que
enaltecería la dignidad del Pueblo Tunjano y la autonomía de sus autoridades
municipales; algo que ya se viene sugiriendo en la Vuelta al Perro y que por
fortuna va más allá de las vecindades del Cercado Muisca.
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