En Boyacá y para fortuna de
todo el Pueblo Boyacense, la renovación en la representación y las costumbres
políticas, se encuentran por fin encarnadas, en el joven dirigente campesino
Cesar Pachón.
Un liderazgo al que se le puso
talanqueras para impedir que se consolidara, aun en medio del llamado Paro
Campesino, a través de una maniobra orquestada por nuestra clase política, a la
que se prestaron viejos y jóvenes dirigentes rurales aminados por alguna dadiva
soñada en la burocracia regional.
Hoy, convertido en
Representante a la Cámara, gracias a su dedicación y lealtad con y por el
sector rural y del transporte, es sin lugar a dudas, el aliado más
significativo, que ha logrado conquistar
la campaña por la presidencia de Gustavo Petro.
El binomio Petro – Pachón,
es un hecho político con enormes consecuencias futuras, dado el avance que en
tierras boyacenses, viene registrando el movimiento social y los sectores de
izquierda, en procura de la paz y contra el flagelo de la corrupción.
La necesidad de proteger y
estimular la Economía Rural en Boyacá, a través de ambiciosos programas de
inversión en infraestructura y legalización de predios, es el punto de
encuentro de Pachón con el Proyecto Político de la Colombia humana.
Más de uno debe estar
pensativo, la indignación construida a cacerolazo limpio por las calles del
Cercado Muisca, comienza a cristalizarse como opción política con vocación de
ser gobierno a nivel local y regional.
Cesar Pachón tendrá ésta
enorme responsabilidad, la cual debe acompañar el sector estudiantil, docente, obrero,
campesino, comercio, servicios, transportador e informal; en procura de dinamizar
la economía departamental bajo el prisma de la equidad social.
Hoy los boyacense debemos
hacer una sincera reflexión, sobre cuál será nuestro compromiso en la
construcción de esa Boyacá que queremos, sobre ese futuro que soñamos para
brindar bienestar a nuestras familias y comunidades.
El campo y los campesinos anhelan
salir del abandono y la pobreza, debe ser posible que nuestros productos
agropecuarios tengan un lugar en el mercado interno, sin ahogar en las deudas
bancarias a nuestros pequeños y medianos productores.
Nuestros jóvenes
profesionales tienen derecho a un empleo digno después del pre grado, es
lamentable que el taxi en alquiler, siga siendo la opción que los reciba al
abandonar las aulas universitarias.
Boyacá necesita que nuevas
unidades productivas sean instaladas en su territorio, ya que es imposible
seguir ignorando, que nuestras calles han comenzado a ser saturadas por la
desesperanza y que nuestros hogares y municipios son por ello cada día más
violentos.
A ese futuro, estoy
convencido responderán los liderazgos de Cesar Pachón y Gustavo Petro en
tierras de Boyacá, un compromiso con y por nuestras gentes, que resultaría más
expedito, si apoyamos a Petro en las próximas elecciones presidenciales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario