El domingo 26 de Agosto
necesitamos que 12´231.314 colombianos acudamos a las urnas y que cada uno de los siete
mandatos contra la corrupción, reciban por lo menos 6´130.000 votos por el Sí.
Los mandatos así
aprobados, deben en el curso del
siguiente año, ser convertidos en ley de la república por el Congreso o esperar
a que el presidente Iván Duque, los acoja por decreto.
Bajo el silencio que pregona
el Mono de la Pila, es de todos conocido que el capital nacional e
internacional, han convertido la corrupción en instrumento para acumular
riqueza, mientras el país es saqueado, la cúpula politiquera se enriquece ilícitamente
y el pueblo colombiano subsiste en la precariedad.
Los colombianos no podemos
esperar que ninguna de las instancias del gobierno, asuma como propia la lucha
contra la corrupción; porque sencillamente, la corrupción es parte esencial de
todas las instituciones del Estado Colombiano.
Si en verdad una Colombia en
paz y libre de corrupción, es nuestro sueño; resulta indispensable que como
ciudadanos, dejemos de justificar por necesidad, los actos de corrupción y
manzanilla, a los que nos tiene acostumbrados, la inmensa mayoría de dirigentes
de nuestra tradicional clase política.
Llego la hora de abandonar
los lamentos que a diario se escuchan en el Pasaje Vargas, la Vuelta al Perro o
la Esquina de la Pulmonía; para actuar en contra de los corruptos que
anualmente le roban 50 billones de pesos al pueblo colombiano.
De nada sirve rasgarnos las
vestiduras ante la inequidad salarial y pensional, los sobornos al congreso y
la justicia, los contratos asignados a dedo por los gobernantes, la eterna elección
de los mismos con las mismas, los desfalcos económicos de proyectos y
entidades, etc., etc, etc.
Lo ético y justo, es que los
delitos contra la hacienda pública y en perjuicio del Pueblo Colombiano, deban
tener penas elevadas, purgarse en La Modelo y no en el chalet del infractor y
sobre todo, que las autoridades nos garanticen que los delincuentes de cuello
blanco, jamás volverán a contratar con el Estado.
Es por ello, que hoy invito
en forma muy especial a que salgamos todos a votar contra la corrupción y los
corruptos, marcando siete veces SÍ en el tarjetón de la Consulta Anticorrupción;
porque una Colombia Decente es posible.
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