Un video en el que el Alcalde de Medellín, indicaba “el cambio en primera”, mientras manipulaba la barra de cambios de su vehículo personal, fue el detonante para que la máscara de la Procuradora General de la Nación rodara por el piso y anunciar la suspensión provisional del Doctor Daniel Quintero.
Una decisión emitida
bajo el amparo según la Procuradora que “…la intervención en política no se
reduce al pedido expreso de votar por un candidato, sino que contempla
cualquier actuación que genere en el imaginario colectivo la realización
de alianzas o apoyo que rompan con el equilibrio de la contienda electoral”.
Un actuar irregular e ilegal, pues como se recordará, la Corte IDH indicó en su momento sobre el “Caso Gustavo Petro”, que la destitución e inhabilitación de funcionarios designados por elección popular, solo puede ser impuesta por un juez competente, previa condena en proceso penal y que en consecuencia, una decisión en tal sentido emitida por autoridad administrativa, es violatoria del principio de jurisdiccionalidad.
Lo que significa, que Doctora Margarita Cabello carece a la luz de dicha sentencia, de facultades para sancionar disciplinariamente con destitución e inhabilidad a funcionarios elegidos popularmente, como es el caso hoy del Doctor Daniel Quintero Alcalde de Medellín.
Nada importo y de inmediato otra máscara también rodó en el Palacio de Nariño, pues el Presidente Iván Duque anunció la designación de Juan Camilo Restrepo actualmente comisionado para hacer trizas la paz, como Alcalde encargado de Medellín.
Es evidente que la derecha fascista esta aterrada con la eventual desaparición del uribismo del quehacer político nacional, pues son innumerables los delitos cometidos contra la vida, la hacienda pública y la democracia durante las últimas dos décadas, en medio de un ejercicio desbordado del poder al que la corrupción le ha brindado impunidad.
Han acudido a todos los medios legales e ilegales posibles, la guerra sucia contra Gustavo Petro y Francia Márquez, la manipulación de las encuestas, el Paro Armado impuesto en el Urabá antioqueño, Córdoba y Sucre por los paramilitares, la implacable cacería de los jóvenes dirigentes del Paro Nacional, el asesinato permanente de dirigente sociales, etc., etc., etc.
Todos son hechos que indican, que el 29 de mayo si se llega a registrar el triunfo en primera vuelta de Gustavo Petro y Francia Márquez, ese sector de nuestra sociedad, podría optar por la comisión de un magnicidio o un golpe militar, a fin de impedir que el cambio por la vida sea posible en una Colombia Decente.
No hay opción, debemos
garantizar que la vida, la paz y la democracia tendrán en primera vuelta un
triunfo inobjetable, por lo cual, nuestra actividad política debe llegar a
todos los barrios y veredas, con el propósito de promover nuestro programa y el
respeto que se debe brindar a la voluntad soberana del Pueblo Colombiano.
