martes, 29 de diciembre de 2015

AMAYA

El pasado 25 de Octubre, la Registraduría certificó que los cinco (05) candidatos a la gobernación, lograron llevar a las urnas a 566.819 boyacenses,  algo así como el 61.4% del total potencialmente apto para votar.

De ese escrutinio, resulto electo gobernador de Boyacá el ingeniero Carlos Andrés Amaya Rodríguez, al lograr el apoyo del 39.81% de quienes sufragaron en medio de una abstención del 38.6%.

Sin embargo, su elección fue saludada como un triunfo del pueblo boyacense, aunque con franco realismo, ella es consecuencia del acuerdo alcanzado por Jorge Londoño, Rafael Romero, Jorge Pedraza, Plinio Olano, Jairo Castiblanco, etc.

Una alianza que como ha sido costumbre, se logró a través y en favor  de caciques electorales y no de Partidos, pues es de público conocimiento que éstos respiran si aquellos se lo permiten.

Por ello no es gratuito, que el nuevo gobernador haya madrugado a señalar, que gobernará con una coalición de diputados que él menciona con nombres propios en las toldas de los partidos Verde, Liberal, Conservador, la U y Centro Democrático.

Así las cosas, no hay campo para especular, son muchos de lo mismo, como para expedir la partida de defunción al manzanillismo y costumbres colaterales, invocando como simple argumento la corta edad del gobernante electo.

Los treinta y un (31) años del nuevo gobernador, no facultan a nadie para asegurar a los cuatro vientos, que se vislumbra en el departamento un inequívoco y promisorio cambio político y generacional.

No olvidemos, que el “viejo” expresidente uruguayo José Mujica, se encargó de mostrarle a la comunidad internacional,  que el cambio nada tiene que ver con la edad y sí mucho con las ideas que generan soberanía y dignidad.

Es más, el apoyo de Antonio Navarro, que pudiera ser invocado como factor de cambio, tengo la convicción que ha sido neutralizado por quienes asumieron la promoción política y la financiación económica de la campaña verde en Boyacá.

Pues si bien ésta fue acertadamente vendida a pedalazos de bicicleta, lo evidente es que sus registros contables deben contener muchos dígitos, porque importantes sumas de dinero tuvieron que fluir hacia ella.

Un hecho que suele convertirse en la recurrente y molesta limitante, que debe sortear el gobernante durante todo su periodo, al momento de tomar algunas decisiones, casi siempre relacionadas con la nómina o ejecución de inversiones.

Estas reflexiones solo son eso, a la espera de que la historia que comenzará a escribirse el próximo primero (1) de Enero de 2.016, señale de qué lado se encuentra la especulación.

Mientras tanto, feliz navidad y un venturoso año nuevo para TODOS.



viernes, 11 de diciembre de 2015

PABLO CEPEDA y su Partido.

Terminado el proceso electoral, han venido surgiendo las evaluaciones de politólogos y medios de comunicación; los primeros para descrestar y los segundos con la inocultable intención de asegurar la pauta.

Y claro, en Tunja por conveniencia laboral, política o económica, tales elucubraciones están dirigidas a quienes encarnarán en la administración pública, los centros de poder local y regional, el Alcalde y Gobernador electos.

El doctor Pablo Cepeda Novoa resulto elegido por el voto de 24.821 tunjanos, y desde ya tendrá que padecer la presión de Concejales y al menos cinco Diputados, que querrán hacer parte del gabinete y pelechar del presupuesto municipal.

Quizá por ello, se apresuró a advertir que el suyo será un gobierno al que están todos invitados, sin necesidad de acudir a la acostumbrada y depredadora coalición, para tener acceso a los beneficios del gobierno.

En éste ambiente y para cobrarle la deuda del aval recibido, no ha faltado quien lo condene a plegarse a las decisiones que pueda adoptar el doctor Juan Carlos Granados, como “barón electoral” del Partido Cambio Radical en Boyacá.

Se olvidan, que Pablo Cepeda si bien ha expresado diferencias con la dirigencia de su Partido, es por convicción un dirigente conservador al que apoyaban 38.000 firmas, antes de buscar el aval de Cambio Radical.

Un paso que se obligó a dar, por la incertidumbre legal que arropaba el proceso de verificación y certificación de las firmas, para ser proclamado candidato a la Alcaldía Mayor de Tunja.

Si comparamos firmas y votos, no parece claro que su elección pueda ser atribuida a la ligera al aval recibido, lo cual le brinda la oportunidad de ser promotor de la renovación que necesita el Partido Conservador en Boyacá y Tunja en particular.

Una circunstancia en la que los frutos del proselitismo cumplido por los doctores Luis Alejandro Funeme y Vicente Aníbal Ojeda, permiten vislumbrar la oportunidad de superar la mezquindad de sus viejos caciques y la pandemia Uribe Vélez que asolo el partido.

Es ésta, una conducta lógica que en el corto plazo le brindará al doctor Cepeda un soporte político propio y por ende, mejores condiciones para ser protagonista en el futuro de su Partido y de una eventual campaña de German Vargas Lleras por la presidencia de Colombia.