martes, 23 de septiembre de 2014

ALGUIEN MAÑOSO


Quejarse de la mala calidad de los servicios públicos o del trato descortés que las empresas les brindan a los usuarios, sin que las autoridades competentes se inmuten, a pesar de las columnas de derechos de petición que se levantan sobre sus escritorios, es visto como algo normal.

Sin embargo, no conviene exagerar, pues si bien los boyacenses hacemos fiesta con una copla coja, también es cierto que llegado el momento, podemos sacarle chispas a las cacerolas y poner a correr ministros y al mismo presidente.

El usuario de gas natural, está siendo obligado en forma reiterada a permanecer encerrado en su vivienda, por espacio de seis o doce horas, aguardando al operario que le expedirá la certificación de la instalación domiciliaria.

Pero el funcionario designado en forma directa o indirecta por Gas Natural Fenosa, se da el lujo en el mejor de los casos de no presentarse, o simplemente de llegar sigilosamente y tira por debajo de la puerta un comprobante de visita exigiendo su reprogramación.

Y como los boyacenses nos hemos acostumbrado a obedecer sin cuestionar, en la oficina de Gas Natural Fenosa para nuestra sorpresa, nos enteramos que el operario ha informado que la visita no se realizó, porque el usuario del servicio no se encontraba en casa.

¿Qué puede estar motivando ese tipo de comportamiento, en el que la ética brilla por su ausencia?

Recordemos que en el comprobante de visita, se deja constancia que “…Si por eventos atribuibles al cliente no es posible efectuar la inspección requerida, la empresa procederá a la suspensión preventiva del servicio”

¿Son acaso los $38.313 que el usuario de gas natural está obligado a cancelar por concepto de reconexión del servicio, la explicación a dicho comportamiento?

No vale la pena especular, por lo cual llamo con éste artículo la atención de los organismos directivos de Gas Natural Fenosa, autoridades municipales y organismos de control del Estado; pues un comportamiento mañoso se está registrando alrededor de las visitas técnicas.

Prefabricar “…eventos atribuibles al cliente…” para justificar la suspensión preventiva del servicio, es una conducta que exige la intervención la empresa y de las autoridades competentes; pues alguien busca colocar en estado de indefensión a los usuarios, para vulnerar sus derechos.


viernes, 5 de septiembre de 2014

GAS PESADO

El muy ansiado y benéfico servicio de gas natural, ha tenido desde su irrupción en la vida de los hogares boyacenses, muchas sorpresas que a mi juicio se originan en la transferencia a cuenta gotas de la información a los usuarios.

En los días felices de su instalación, los problemas y recomendaciones brillaron por su ausencia, permitiendo que formularios y firmas acudieran presurosos del lado de la empresa y los beneficiarios.

Sin embargo, la alegría comenzó a matizarse de grises al registrarse la primera visita reglamentaria, pues inexplicablemente surgieron los inconvenientes técnicos que avizoraban situaciones lamentablemente trágicas.

Un hecho que dio paso a la construcción de ventanas, improvisación de claraboyas, eliminación de puertas o instalación de extractores de aire; para evitar que las amas de casa o empleadas domésticas, pudieran sufrir desmayos por causa de algún escape de gas.

Con el arribo de las subsiguientes visitas técnicas, las fugas en la red domiciliaria y los defectos en los artefactos a gas asumieron el protagonismo, obligando a contratar con alguna de las firmas recomendadas por la empresa, el arreglo de los inconvenientes encontrados.

Hasta aquí, el usuario del gas natural simplemente obedece en silencio y paga por temor al anunciado corte preventivo del servicio, pues no deja de pensar en el elevado costo de la reconexión y los traumatismos que ello originaría en el hogar.

No obstante, lo que resulta irrespetuoso, es que Gas Natural Fenosa notifique la fecha en que realizará la visita de verificación de arreglos, obligando a la familia a permanecer en acuartelamiento de primer grado todo un día, y el funcionario de la empresa no llegue.

Algo deplorable, si a ello le adicionamos que la empresa sin ningún argumento, decide responsabilizar del hecho al usuario del servicio, y por consiguiente de la demora en la certificación de la instalación.

Gracias a esa odiosa pedagogía del terror, a éstas altura el usuario de gas natural, ya ha cancelado  a través de la factura de consumo, la suma de $ 62.735 por concepto de la Revisión Técnica y  ha pagado los arreglos ordenados.

Después de acudir a las oficinas de la empresa, para que le sea reprogramada la visita de verificación, el usuario vuelve a repetir en vano la jornada de acuartelamiento familiar, pues el esquivo operario por segunda ocasión los vuelve a dejar plantados.

No hay duda que al usuario de gas natural, no se le brinda un trato considerado, algo que resulta molesto e innecesario, pues los boyacenses hacemos fiesta hasta con una copla coja, en medio del silencio de las autoridades competentes.