jueves, 31 de mayo de 2018

BOYACÁ, DESPUÉS DE PRIMERA VUELTA


Es de todos sabido, que Boyacá es una región muy disciplinada en tiempo de elecciones, al punto que el pasado 27 de Mayo, el 59.4% del potencial electoral acudió a las urnas, permitiendo que fueran contabilizados 560.930 votos en los 123 municipios del departamento.

De esa votación, el 40.14% fue para el candidato del Centro Democrático Iván Duque, quien al término de la primera vuelta obtuvo en Boyacá 225.146 sufragios; convirtiéndose en el candidato más votado, lo que a nadie sorprende, ya que nuestro departamento ha sido siempre muy conservador.

Sin embargo, dicha votación también ha confirmado, el significativo avance que a partir de los paros Campesino y Camionero, registran el movimiento social y las opciones políticas progresistas y de izquierda en nuestro territorio.

Los candidatos Gustavo Petro (122.686 votos, el 21.43%) y Sergio Fajardo (148.029 votos el 26.83%) de la Colombia Humana y Coalición Colombia respectivamente, recibieron el apoyo del 48.26% de los electores.

Un hecho muy significativo, Sergio Fajardo gano en las principales ciudades de Boyacá, esto es Tunja, Paipa, Duitama y Sogamoso; centros neurálgicos de nuestro acontecer económico y estudiantil.

Circunstancias que una vez conocidos los resultados de la primera vuelta presidencial, abren la posibilidad de que en Boyacá, pueda consolidarse con mayor facilidad, la constitución de un Frente Amplio por la Paz y el Cambio.

Un Frente que dotado de un acuerdo programático, permita en segunda vuelta, convertir la candidatura de Gustavo Petro, en una opción real de gobierno por la equidad social y contra la corrupción.

He ahí la importancia que tienen los urgentes llamados a la unidad, que hoy retumban desde las bases, a puertas de los partidos políticos que integran la Coalición Colombia y la Colombia Humana.

Una invitación que para no irrespetar al elector, debe partir de reconocer que el voto es un derecho ciudadano, que nadie puede pretender que se lo endosen o abrogarse la autoridad para endosarlo.

Hoy, se abre una excepcional oportunidad con evidente signo de renovación política, pues tendría en el departamento a nivel rural y urbano, la destacada participación de jóvenes dirigentes, ajenos a las mañas de la vieja politiquería.

Es una oportunidad histórica, que debe tener pensando a quienes han ejercido tradicionalmente la política en Boyacá, en momentos en que languidece el Partido Liberal y el Conservatismo es absorbido por el Centro Democrático.

Boyacá puede ser escenario, en el que una Colombia Decente comience a ser posible, si con responsabilidad asumimos el reto de construir una opción alternativa, para que ese mañana pueda germinar dignificando la política a nivel local y regional.

miércoles, 16 de mayo de 2018

PACHÓN Y PETRO CON BOYACÁ.


En Boyacá y para fortuna de todo el Pueblo Boyacense, la renovación en la representación y las costumbres políticas, se encuentran por fin encarnadas, en el joven dirigente campesino Cesar Pachón.

Un liderazgo al que se le puso talanqueras para impedir que se consolidara, aun en medio del llamado Paro Campesino, a través de una maniobra orquestada por nuestra clase política, a la que se prestaron viejos y jóvenes dirigentes rurales aminados por alguna dadiva soñada en la burocracia regional.

Hoy, convertido en Representante a la Cámara, gracias a su dedicación y lealtad con y por el sector rural y del transporte, es sin lugar a dudas, el aliado más significativo, que ha logrado  conquistar la campaña por la presidencia de Gustavo Petro.

El binomio Petro – Pachón, es un hecho político con enormes consecuencias futuras, dado el avance que en tierras boyacenses, viene registrando el movimiento social y los sectores de izquierda, en procura de la paz y contra el flagelo de la corrupción.

La necesidad de proteger y estimular la Economía Rural en Boyacá, a través de ambiciosos programas de inversión en infraestructura y legalización de predios, es el punto de encuentro de Pachón con el Proyecto Político de la Colombia humana.

Más de uno debe estar pensativo, la indignación construida a cacerolazo limpio por las calles del Cercado Muisca, comienza a cristalizarse como opción política con vocación de ser gobierno a nivel local y regional.

Cesar Pachón tendrá ésta enorme responsabilidad, la cual debe acompañar el sector estudiantil, docente, obrero, campesino, comercio, servicios, transportador e informal; en procura de dinamizar la economía departamental bajo el prisma de la equidad social.

Hoy los boyacense debemos hacer una sincera reflexión, sobre cuál será nuestro compromiso en la construcción de esa Boyacá que queremos, sobre ese futuro que soñamos para brindar bienestar a nuestras familias y comunidades.

El campo y los campesinos anhelan salir del abandono y la pobreza, debe ser posible que nuestros productos agropecuarios tengan un lugar en el mercado interno, sin ahogar en las deudas bancarias a nuestros pequeños y medianos productores.

Nuestros jóvenes profesionales tienen derecho a un empleo digno después del pre grado, es lamentable que el taxi en alquiler, siga siendo la opción que los reciba al abandonar las aulas universitarias.

Boyacá necesita que nuevas unidades productivas sean instaladas en su territorio, ya que es imposible seguir ignorando, que nuestras calles han comenzado a ser saturadas por la desesperanza y que nuestros hogares y municipios son por ello cada día más violentos.

A ese futuro, estoy convencido responderán los liderazgos de Cesar Pachón y Gustavo Petro en tierras de Boyacá, un compromiso con y por nuestras gentes, que resultaría más expedito, si apoyamos a Petro en las próximas elecciones presidenciales.