Un niñ@ es sin lugar a dudas un desbordante manantial de sueños, muchos de los cuales, lamentablemente jamás dejarán de ser eso, máxime si en nuestra sociedad se nace en un hogar rotulado como estrato social cero, uno o dos.
Allí, ir a estudiar y porque
no, a jugar con los compañeritos de salón, es casi una utopía, porque desde
niñ@, se tiene que salir a trabajar reciclando o vendiendo por las calles,
bolsas para la basura.
Pero, si por alguna
circunstancia el niñ@ se ha logrado matricular, conseguir los útiles escolares,
es otro obstáculo a superar si la subsistencia depende del rebusque.
Pero la pata que le nace al
cojo no tarda en llegar, cuando al niñ@ se le exige llevar el uniforme de
diario o de educación física, bajo la amenaza de no poder entrar a la escuela.
Es ahí, donde los apoyos de personas
o empresa son de muy buen recibo, porque una sonrisa comienza a dibujarse en
muchos de esos pequeños y anhelantes rostros, que a través de su mirada parece
decirnos a gritos ¡Por fin Voy a estudiar¡
Un efecto que contagia también
a mamá, porque es ella principalmente, la artífice de plantar y cultivar en
casa, los sueños de superación entre sus hij@s; y cuando ello ocurre, la alegría
se abre paso sin importar los grados de pobreza en que se vive.
En Tunja, COOMPES, una
Organización Cooperativa surgida en Boyacá, gracias al entusiasmo de docentes y
personal administrativo del INEM CARLOS ARTURO TORRES; distribuyó en su sede el
pasado 29 de enero, unos KITS DE UTILES ESCOLARES, con el propósito de apoyar a
algunas de esas familias tunjanas, que a pesar de sus dificultades económicas,
se empecinan en matricular a sus pequeños hij@s, con el anhelo de que logren un
mañana sin las privaciones del presente.
Ojalá, muchos COOMPES sean
posibles, para que esas sonrisas sean la bienvenida a una sociedad, donde la
dignidad de nuestras gentes se respete y los derechos de l@s niñ@s y jóvenes
sean garantizados plenamente por el Estado Colombiano.
Es hora de vivir los sueños,
es hora de una Colombia incluyente, es hora de una existencia sin tantas
desigualdades. Es hora de unir nuestras voces para ser escuchados, ¡ Nos
merecemos esa oportunidad, carajo ¡
Y como dijo la Profe
Lucy Jiménez Blanco,
“…esas lágrimas y esa sonrisa
en los rostros de niñ@s y madres,
son demasiada recompensa
por solo intentar cumplir un sueño.”