miércoles, 22 de noviembre de 2017

LA TERMINAL DE TUNJA, DEBE SER DE TUNJA.



El 26 de Noviembre de 2.014 las primeras noticias oficiales sobre la inmediata construcción de la Nueva Terminal de Tunja, aparecieron en los medios de comunicación, anunciando inversiones aseguradas por $ 40.000 millones.

Se dijo en aquel momento, que la construcción comenzaría en Marzo de 2.015 y que doce (12) meses después, irrumpiría en el sector transporte haciendo parte de las Terminales más grandes de Colombia, con capacidad para atender a dos mil (2.000) pasajeros/hora.

Sin embargo, para Abril de 2.017 la Terminal ya tenía un costo de $ 57.000 millones, sin tener en cuenta obras de movilidad no presupuestadas, ni el valor del mobiliario que permitiría su funcionamiento.

El no pago oportuno de las Actas de Obra, la lentitud en la ejecución y el continuo surgimiento de Planes de Ajuste; han ido dilatando los plazos de terminación del 19 de Agosto, a 30 de Octubre, a 30 de Noviembre y finalmente se aseguró, “…que vamos a hacer todo lo posible para culminarla en éste gobierno…”

Una situación, que el 13 de Septiembre pasado en el Salón de la Constitución, el gobernador Carlos Amaya justificó, señalando como responsables al Concejo Municipal de Tunja y a la demanda de nulidad interpuesta por el Diputado Guillermo Sánchez Sánchez.

Lo que no es de conocimiento público, porque temas como éstos es mejor que no trasciendan para evitar juicios de responsabilidad, es que:

1.    La  Resolución No 1776 del 06 de Junio de 2.017 emitida por el Departamento Nacional de Planeación, ordenando la suspensión preventiva de giros, dejó al descubierto omisiones de la Gobernación de Boyacá en la presentación de la documentación solicitada y la no atención de requerimientos formulados por el DNP.

2.    Dos meses después de emitida dicha resolución, la Gobernación de Boyacá y la Alcaldía de Tunja, radican los Proyectos solicitando a la Asamblea Departamental y Concejo Municipal; la autorización para crear la Sociedad Publica que administraría la operación de la Nueva Terminal.

3.    El 29 de Agosto de 2.017 mediante oficio No DOCNT – AD – 225 – 17, el Consorcio Nuevo Terminal, le exige a la Gobernación de Boyacá el pago de las ACTAS DE OBRA que han sido radicadas durante 2.017 por valor de $ 12.532 millones.

4.    Teniendo en cuenta lo indicado en anteriores numerales, se concluye sin asumo de duda, que los dineros que ha congelado el DNP ya se le adeudan al contratista por obras ejecutadas y que con ellos no es posible realizar ningún trabajo adicional.

5.    La aprobación de la Ordenanza No 002 de 2.017 concebida para autorizar un empréstito, terminó modificando irregularmente el Plan de Desarrollo aprobado en 2.016, al incorporar proyectos de inversión no previstos e incrementar el monto de la financiación autorizada a través de crédito; hecho que da origen a la demanda de nulidad del Diputado Guillermo Sánchez.

6.  Dicha demanda de nulidad radicada el 18 de Julio de 2.017, no afecta la vigencia la Ordenanza No 002 de 2.017, ya que en virtud del artículo 122 de la Decreto No 1333 de 1.986, las ordenanzas son de obligatorio cumplimiento, hasta tanto no medie decisión en contrario del Contencioso Administrativo, lo que a la fecha no ha ocurrido.

7.    En Octubre de 2.017 son retirados los Proyectos en los que se solicitaba autorización para crear la Sociedad Pública, con el propósito de permitirle al Gobernador de Boyacá y Alcalde de Tunja, complementar y corregir tales iniciativas.

Sin haberse atendido a satisfacción las exigencias que motivan la sanción impuesta a través de la Resolución No 1776, el llamado Estudio Demostrativo Justificativo, es presentado a pesar de las innumerables dudas que genera, como el pilar sobre el cual los mandatarios regional y local, buscarán nuevamente la autorización para crear la Sociedad Publica que pondría en operación la Nueva Terminal.

No hay duda, la constitución de esa Sociedad por Acciones Simplificada esconde un pulso político entre el Gobernador de Boyacá y el Alcalde de Tunja, por asegurarse el poder decisorio sobre los destinos de esa infraestructura, que por ser generadora de burocracia y dinero, se ha convertido  objetivo de alto valor.

En un enrarecido panorama pre electoral,  la política y menos aún la politiquería, le pueden negar a Tunja el puesto que en la historia se ganó; por ello, lo realmente equitativo con los Tunjanos, es que la celebración del Bicentenario, comience transfiriéndole a nuestra ciudad el título de propiedad de la Nueva Terminal.

Ese sería sin duda un buen gesto del Gobernador Carlos Amaya, que enaltecería la dignidad del Pueblo Tunjano y la autonomía de sus autoridades municipales; algo que ya se viene sugiriendo en la Vuelta al Perro y que por fortuna va más allá de las vecindades del Cercado Muisca.



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