viernes, 19 de agosto de 2011

MEMO

La discapacidad en nuestra sociedad, es sinónimo de una existencia trágica, condenada a la soledad y el desamparo institucional e incluso familiar en no pocas ocasiones.

Tragedia que se agiganta a medida que se abandonan los días de la infancia y se llega a los años de adultez, ya que los gobernantes y hombres de negocios, prefieren cerrar los ojos para no contemplar la responsabilidad social que les compete.

No se le da empleo al discapacitado, y si hay uno en nómina, es siempre candidato a despedir; por ello es significativo el esfuerzo realizado por Memo para brindar sustento a sus tres hijos, dos nietos y su esposa.

Memo es un trabajador sordomudo, a quien el estudiantado tunjano aprecia, por la abnegada labor cumple como auxiliar en la Biblioteca Departamental Eduardo Torres Quintero, pero que en la Gobernación de Boyacá, despiden ante el primer compromiso que aparece.

Suena ofensivo y lo es, porque ya en dos oportunidades a Memo lo han declarado insubsistente bajo el silencio insolidario de sus compañeros de trabajo y del personal que labora en Talento Humano, pues ellos son quienes conocen en primera instancia su tragedia.

Doctor José Rozo Millán, en Tunja no hay empleo y eso al alcalde le importa un pepino, y ser discapacitado condena a la familia de José Guillermo Camargo, a soportar largos meses de penuria.

Invoco en estas líneas la solidaridad a favor de Memo, con la certeza de estar pidiendo apoyo para un trabajador excelente, que merece un mejor trato del gobernante y la solidaridad activa del estudiantado tunjano.

No es decente guardar silencio frente al amigo, compañero, vecino ó conciudadano que sufre; Memo se ha ganado con su nobleza y trabajo el derecho a una existencia digna.

Señor Gobernador, en esta oportunidad muchos tunjanos aguardamos atentos su respuesta, ya que la discapacidad no es el paz y salvo para que un trabajador sea despedido, con cada compromiso que tiene el gobernante.

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